El ingreso de parásitos al organismo origina en la mayoría de los casos problemas de salud muy severos. Las estadísticas de morbilidad y de mortalidad como consecuencia de la parasitosis, no reflejan la realidad. Sí se sabe, que integra cinco de las seis enfermedades de mayor influencia en la salud de la población.
¿Es difícil diagnosticar una parasitosis?
La parasitosis intestinal confunde a muchos profesionales que no la conocen en profundidad, no la tienen en cuenta o la descartan con análisis equivocados. Los parásitos viajan en colectivo, van al trabajo, a la escuela y están en la casa. Para que se tenga una idea, el 50% de la población infantil de nuestro país está afectada de parasitosis.
¿Cuáles son los signos de la enfermedad?
Existen dos formas de manifestación de la acción tóxica parasitaria. La primera podría llamarse “general”, en la que están involucrados los problemas digestivos:
ü mal aliento,
ü apetito inestable,
ü constipación,
ü diarreas,
ü acidez,
ü cuadros apendiculares o vesiculares,
ü gastroenteritis, etc.
En los niños ¿qué síntomas presenta la parasitosis?
Estos son algunos:
ü Picazón en la cola, La nariz, Los ojos o Los oídos.
ü Por las mañanas, pueden encontrar la cama revuelta, debido a movimientos incoordinados durante el sueño.
ü También pueden manifestarse casos de bruxismo.
ü Es común que se resfríen a menudo o tengan anginas a repetición.
ü Suelen salir manchas en la piel o urticaria.
ü Hay chicos que suelen tener mucho apetito pero que, a pesar de su ingesta abundante, no suben de peso.
¿Cómo afecta esta enfermedad a los diferentes sistemas del organismo?
Hay síntomas característicos. Por ejemplo, en el sistema nervioso central la persona parasitada manifiesta:
ü angustias,
ü irritabilidad,
ü insomnio,
ü inestabilidad emotiva,
ü desgano,
ü pérdida de la memoria,
ü capacidad de concentración, y trastornos de conducta en el niño escolar.
Hay casos de convulsiones “de tipo” epilépticas en muchos niños, adolescentes y adultos, que son diagnosticados de epilépticos y son tratados con todos los fármacos conocidos para esa enfermedad. Pasa el tiempo y el tratamiento no causa efecto por un motivo de fondo: no son epilépticos, sino que tienen la sintomatología de tipo epiléptico causada por la parasitosis múltiple que presentan.
En el aparato respiratorio causan un deterioro relevante. Cuando la parasitosis intestinal es de larga data podrá dar sintomatología “de tipo asmático”. Las bronquitis alérgicas tienen en el parasitado el mismo origen y tratamiento. Crisis de estornudos, síntoma frecuente y molesto que se asocia a picazón y secreción nasal y ocular, sinusitis.
A nivel periférico, en el aparato circulatorio, la parasitosis puede provocar calambres, hipotensiones rebeldes a todo tipo de tratamiento clásico, debido a que los parásitos segregan sus toxinas y una sustancia llamada histamina, vasodilatadora, que provoca la caída de la tensión arterial y causa cansancio, decaimiento, mareos y cefaleas.
Las cefaleas del parasitado se deben a la acción histamínica. También, las úlceras varicosas de antigua data, que con todos los tratamientos clásicos no cierran, se deben a que las toxinas parasitarias provocan que esa zona esté mal irrigada, por tanto, el organismo no puede regenerar la zona ulcerada.
¿Quiénes sufren de parasitosis intestinal?
Las enfermedades parasitarias afectan a diversos grupos de poblaciones de todas las edades y sexos. Las cifra s de infección varían de acuerdo con las características ecológicas, humanas y sociales. El conocimiento acerca de la distribución y prevalencia de las infestaciones y enfermedades parasitarias es insuficiente, por los precarios recursos para su estudio y control epidemiológico.
En las zonas rurales, no hay niño que se salve de alguna enfermedad parasitaria y que en general están afectada al mismo tiempo de una sola parasitosis, sino de varias, son la consecuencia de la desinformación y la imposibilidad de resolución del problema. Sin embargo en las principales capitales del país también se encuentra un panorama similar.
¿Qué medidas de prevención es conveniente tener en cuenta?
En realidad se trata de acciones sanitarias de alto costo y que consisten fundamentalmente en:
Saneamiento Ambiental y de recursos hídricos; Mejoramiento de la viviendas y sus facilidades de higiene individual y familiar;
Control de los vectores; Mejoramiento de la nutrición y la higiene de los alimentos; Educación sanitaria individual y de grupo; tanto para los enfermos como para sus familiares;
Profilaxis farmacológica poblacional; Vacunaciones parasitarias (que están en fase experimental). Por supuesto un chequeo médico anual con un profesional capacitado que aborde la enfermedad con seriedad, para la detección y erradicación de la parasitosis intestinal.
¿El tratamiento de desparasitación es complicado?
Para nada. Eso sí, es de suma importancia hacer un tratamiento continuo cada cuatro meses, tomar la medicación correctamente, sin ningún tipo de interrupción. Sabido es que viviendo en zona parasitada, eliminar totalmente los parásitos es utópico, pues diariamente el medio ambiente favorece su reingreso. Los parásitos que traen problemas serios, son los antiguos y no los nuevos, así que haciendo tratamientos periódicos hacemos que el paciente esté libre de esa sintomatología. Otra buena medida es que el tratamiento se extienda a toda la familia, ya que de otra manera la curación se hace lenta o imposible.
¿Por qué se hace hincapié en desparasitar a toda la familia?
Están los contagios interhumanos, los besos, los abrazos, las toallas, las servilletas, la suela de los zapatos, las mascotas, el baño, las moscas y las cucarachas, cuando se hace la cama y se baten las sábanas, muchos vuelan y penetran por nariz y boca. Como se ve, es imposible no contagiarse dentro del grupo familiar de; ahí la importancia del tratamiento del grupo familiar y no sólo de la persona que concurre a la consulta, quien esta parasitada es la familia, quien está parasitada es la casa.
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