El 4 de Febrero de 1992 renació la esperanza. Este día ocurrió el levantamiento Cívico-Militar rebelde bolivariano que determinó la muerte del bipartidismo puntofijista, debido a las irascibles políticas, económicas y sociales empobrecedoras que se profundizaron bajo la presidencia de Carlos Andrés Pérez.
El descontento del pueblo, la crisis política, económica y moral se hacía cada vez más fuerte; el manejo de los procesos políticos del país por parte de los partidos AD y COPEI se esfumaba, comenzaba entonces, la madrugada del día 4 de febrero, el rescate de la dignidad del país, un gran despliegue llamado Operación Ezequiel Zamora, dirigido por el teniente coronel Hugo Chávez Frías. Una insurrección Cívico-Militar que se desarrolló simultáneamente en las principales ciudades del centro-occidente del país.
Llenos de patriotismo e ideales un grupo de militares se involucraron en la rebelión que se concentró principalmente en Caracas, Maracay, Valencia y Maracaibo. Sin embargo, en la capital no se cumplieron los objetivos planteados, por lo que no quedó otra opción que frenar las operaciones. Al final de la mañana, el líder de la rebelión, Comandante Hugo Chávez Frías, asume valientemente su responsabilidad.
“En primer lugar quiero dar los buenos días a todo el pueblo de Venezuela” (…) “Compañeros: lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital; es decir, nosotros aquí en Caracas no logramos controlar el poder” (…) “vendrán nuevas situaciones. El país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un camino mejor”.
Con esta magistral maniobra comunicacional el Comandante Supremo, Hugo Chávez Frías, se convirtió, en pocos segundos, en el rostro y la voz más conocida de Venezuela, con un liderazgo presente en toda la República.
La miseria en la que tenían sumergido al pueblo los gobiernos de la Cuarta República, dio paso a una Venezuela llena de esperanza, con presente y futuro venturoso.
Hoy a 24 años conmemoramos este momento histórico, como el Día de la Dignidad Nacional, gracias al esfuerzo glorioso del Líder Eterno, Hugo Chávez Frías, quien acabó con la subordinación a los intereses imperialistas, y reafirmó la soberanía nacional y la democracia revolucionaria, construyéndose así una nueva historia basada en los principios ideológicos del libertador Simón Bolívar, Ezequiel Zamora y Simón Rodríguez, que por supuesto se manifiestan en beneficios directos para el pueblo venezolano.
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